Algarrobo: Secuestrador de Carbono

En el Boletín Informativo del mes de Abril de la Asociación Empresas Innovadoras de la Garrofa, nos mostraban una entrevista muy interesante, en dónde nos explican en qué consiste el estudio de la Huella de Carbono. Actualmente hay un estudio que está calculando la huella de carbono del algarrobo. Nos parece un tema muy interesante, tanto para nuestro ecosistema como para los agricultores, así que la vamos a compartir, deseamos que os guste.

 

“El algarrobo es un cultivo muy eficiente a la hora de secuestrar carbono de la atmósfera”, esto es lo que comenta Domingo Iglesias, investigador del Centro de Citricultura y Reproducción Vegetal del IVIA, que actualmente trabaja calculando la huella de carbono de varios cultivos, incluido el algarrobo.

 

 

Domingo Iglesias: La huella de carbono es la emisión o absorción de carbono producida por cualquier actividad humana. Puede ser positiva o negativa, puede mitigar el cambio climático o agravarlo. El foco de emisión más importante es la actividad humana, aunque hay otros dos focos que también hay que considerar como son la actividad geológica como los volcanes, la respiración de todos los organismos… y los focos que lo secuestran son fundamentalmente los vegetales. De ahí que la medida de esta huella en muchos cultivos se haya convertido en una prioridad ambiental. El estudio de la huella de carbono en las plantas es algo reciente, ya que se ha visto que el tema del secuestro es relevante también.

 

 

Domingo Iglesias: Nosotros empezamos a calcularlo con los cítricos y ahora estamos con el estudio de la huella de carbono de la garrofera. Pronto saldrán los resultados, unos resultados que verificarán que es un árbol muy útil para el medio ambiente; es muy eficiente secuestrando carbono de la atmósfera, y además tiene propiedades como su resistencia al fuego y su rápida capacidad para rebrotar, que lo convierten en muy importante para conservar un medio y su biodiversidad.

 

 

Domingo Iglesias: Apoya la idea de que debemos realizar prácticas agrícolas y medioambientales, primero, que estén acordes con las características de cada zona, y segundo, que si se hace con cultivos como el algarrobo, con todos esos rasgos tan beneficiosos que tiene, muchísimo mejor. Qué mejor que cultivar una planta que reporta beneficios a la calidad de vida y que contribuye claramente a frenar el cambio climático; son como esponjas que absorben el carbono del aire.

 

Además,  podemos saber qué condición es precisamente mejor para el secuestro del carbono, pero también qué condición mejora la productividad, que es lo que más interesa al final. Hace unos años se buscaba sólo el mínimo daño al medio ambiente, ahora lo que se busca es conseguir la máxima producción sin dañar el entorno y el medio ambiente. Ahí se definen las condiciones ideales; marco de plantación, separación entre árboles, cantidad de agua necesitada…  Todavía se pueden mejorar los terrenos más, son terrenos un poco especiales y estamos definiéndolo mejor; se pueden modificar marcos de plantación, restringir el riego… y usar variedades nuevas, mucho más eficaces…eso sería muy interesante y se estudiará.

“El algarrobo es muy eficiente secuestrando carbono de la atmósfera, y además tiene propiedades como su resistencia al fuego y su rápida capacidad para rebrotar, que lo convierten en muy importante para conservar un medio y su biodiversidad”. Con esta frase nos quedamos, esperanzados en que los gobiernos, entidades y distintos colectivos agrícolas, se den cuenta de que apostar e invertir en el algarrobo es algo que beneficiará un montón a nuestro país.